22.1.10

Roberto Bolaño, "Los detectives salvajes"

"Estaba, cómo diré, cambiado. Podía pasar días enteros sin tomar sus pastillas y no se le veía nervioso. Aunque cuando lo vi estaba contento porque acababa de recibir medicinas desde Barcelona. ¿Quién te las envió?, le pregunté, ¿una mujer? No, un amigo, me dijo, un tal Iñaki Echavarne con el que una vez tuve un duelo. ¿Una pelea?, dije. No, un duelo, dijo Belano. ¿Y quién ganó? No sé si yo lo maté a él o él me mató a mí, dijo Belano. ¡Fantástico!, le dije. Sí, fantástico, dijo él."

Los detectives salvajes és així. Un munt d'històries extraordinàries que passen a Mèxic, a Barcelona, a París, a Israel, a l'Àfrica, a Malgrat de Mar!...; desenes i desenes de personatges, entre els quals destaquen els dos grans protagonistes de la novel·la, Ulises Lima i Arturo Belano (alter ego de Bolaño); una prosa superba, captivadora, la prosa d'un gran mestre.

Llegir Bolaño em produeix la mateixa emoció, la mateixa sensació de plaer, que quan, als divuit o vint anys, llegia García Márquez, Cortázar, Vargas Llosa o Sábato.